
Ubicado en la provincia de Tarragona, el Delta del Ebro es uno de los humedales más importantes del Mediterráneo y el mayor ecosistema acuático de Cataluña. Con una extensión de más de 320 km², este paraíso natural es un mosaico de lagunas, arrozales, dunas y marismas que albergan una biodiversidad excepcional.
El Parque Natural del Delta del Ebro es un refugio para más de 300 especies de aves, incluyendo flamencos y garzas reales, lo que lo convierte en un destino ideal para los amantes de la ornitología. Además, su rica gastronomía basada en el arroz, el pescado y el marisco ofrece una experiencia culinaria inigualable.
Si buscas aventura, puedes recorrer el delta en bicicleta, practicar kayak por sus canales o simplemente relajarte en sus playas vírgenes. Un destino perfecto para conectar con la naturaleza y descubrir un ecosistema fascinante.
Pero nosotros no veníamos a descansar precisamente, veníamos buscando explorar. Así que, a continuación, te voy a contar algunas actividades originales que puedes hacer en el Delta del Ebro para vivir una experiencia diferente.
La Torreta del Montsià (764m)
Dentro de nuestra aventura por el Delta del Ebro, no podíamos dejar pasar la oportunidad de sumar un nuevo pico a nuestro reto de los 100 Cims de la FEEC. La Torreta del Montsià (764 m) es uno de los picos incluidos en esta lista, y como estamos en plena misión de conquistarlos, esta excursión se convirtió en una parada obligatoria.
A medida que ascendíamos, el paisaje cambiaba y, al llegar a la cima, nos encontramos con una vista impresionante del Delta del Ebro en todo su esplendor. Desde lo alto, podíamos ver la característica forma del delta, con el mar entrando por un lado y el río Ebro desembocando por el otro. Los arrozales y las lagunas se extendían en un tapiz verde que contrastaba con el azul del agua.
📍 Ficha técnica de la ruta (Pincha aquí para conocer el track que seguimos)
- Distancia: 9,23 km
- Desnivel positivo: 531 m
- Dificultad: Moderada
- Tiempo aproximado: 4-5 horas
- Tipo de ruta: Circular
- Punto de inicio: La Rápita o la zona del Cocó de Jordi
Atardecer en la Playa del Trabucador
No hay nada como ver el sol fundirse con el horizonte mientras el cielo se llena de tonos naranjas y rosados, reflejándose en el agua y creando un espectáculo único. Encontramos un rincón perfecto en la orilla, donde el juego de luces y sombras transformaba el paisaje en una obra de arte en movimiento. Y, como si la escena no pudiera ser más mágica, en el camino de regreso empezamos a ver a los flamencos alzar el vuelo, buscando un lugar donde pasar la noche. Imagínate caminar bajo un cielo teñido de colores cálidos mientras una bandada de flamencos cruza sobre tu cabeza. Inolvidable.
Amanecer en el Faro del Fangar
Madrugamos antes de que despuntara el sol para emprender la ruta a pie hasta el icónico faro del Fangar. Caminar sobre la arena, con el aire fresco de la mañana y la sensación de estar en un desierto abrazado por el mar, fue una experiencia casi irreal. A nuestro alrededor, solo arena infinita y gaviotas surcando el cielo.
La ruta, de unos 10 kilómetros ida y vuelta, transcurre sin apenas desnivel y se completa en unas 4 horas a un ritmo tranquilo. Y cuando, tras el esfuerzo, vimos el sol asomando en el horizonte, supimos que cada paso había valido la pena.
Descubre aquí el track que nosotros seguimos, saliendo desde la Playa de la Marquesa.
Miradores de flamencos y campos de arroz
Uno de los mayores encantos del Delta del Ebro es perderse entre sus inmensos arrozales, un paisaje que cambia completamente según la época del año. Durante la primavera y el verano, los campos se tiñen de un verde intenso, mientras que en otoño, cuando se inundan para la siembra, se convierten en enormes espejos que reflejan el cielo, creando una estampa mágica.
Pero más allá del paisaje, lo que realmente hace especial este lugar es la gran diversidad de aves que lo habitan. Entre las especies más emblemáticas que se pueden observar están:
- Flamencos 🦩: Son, sin duda, los protagonistas del delta. Se pueden ver durante todo el año, pero los mejores meses para disfrutar de su presencia en grandes bandadas son primavera y otoño, cuando hay más movimiento migratorio.
- Garzas reales y garcetas: Majestuosas y elegantes, suelen estar posadas en los arrozales y lagunas.
- Águila pescadora: Se puede avistar en invierno, cuando desciende desde el norte en busca de aguas más templadas.
- Fochas y ánades reales: Comunes en las zonas de agua dulce del delta.
- Charranes y avocetas: Muy frecuentes en primavera y verano.
📍 Punto de interés: Observatori de la Tancada
Para una experiencia completa de observación de aves, un lugar imprescindible es el observatorio. Desde aquí, se tiene una vista privilegiada de los arrozales y las lagunas donde los flamencos suelen concentrarse. Además, la tranquilidad del lugar permite disfrutar del espectáculo sin prisas y sin molestar a la fauna.
Si estás planeando tu visita, la mejor época para el avistamiento de aves es la primavera y el otoño, cuando hay mayor actividad migratoria. Sin embargo, en cualquier momento del año encontrarás algo especial, ya que el delta está vivo y cambia con cada estación.